lunes, 6 de febrero de 2006


gracias por traerme a la Gracia!

"Mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia"; y como fue al principio, es ahora y será para siempre, hasta que se acabe este mundo.

Este es un estracto de un sermón de Spurgeón que vivificó mi vida en la madrugada de este día lunes, después de una petición angustiante elevada a Dios en un escrito del medio día del domingo:


"Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia." -- Romanos 5: 20

Ante la descripción de varios pecadores, Spurgeon apela a los siguientes con los que me siento plenamente identificada:

"Me dirijo a otro, que ha comenzado recientemente a buscar misericordia, y entre más ora, más es tentado. Horribles sugerencias vuelan a su mente; pensamientos condenables lo asedian y lo sorprenden. ¡Ah, amigo mío, yo sé lo que esto significa: entre más cerca estés de la misericordia, pareciera que estás más cerca de las puertas del infierno! Cuando más solemnemente quieres hacer el bien, sientes otra ley en tus miembros que te lleva a la cautividad. Te vuelves peor donde habías esperado haber sido mejor. Muy bien, entonces; agarra mi texto firmemente como para salvar tu vida: "Cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia."

Si una legión entera de diablos fuera soltada sobre ti, Cristo se glorificará a Sí mismo dominándolos a todos. Si no te puedes arrepentir ahora, ni puedes orar, ni puedes hacer nada, recuerda ese texto: "Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos." Mira por sobre las cabezas de todas estas dudas, y diablos, e incapacidades, y mira a Jesús clavado en la cruz, como la serpiente de bronce sobre una asta; y míralo a Él, y las serpientes ardientes huirán lejos de ti, y vivirás. Cree que este texto es verdadero pues es verdadero: "cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia."

"¡Ah!" dice otro, "mi caso es todavía peor, señor; mi mente tiende a estar desesperada; siempre veo el lado negro de las cosas, y ahora, si leo una promesa, estoy seguro que no es para mí. Si veo una amenaza en la Palabra de Dios, estoy seguro que es para mí. No tengo esperanzas. No me parece que pueda tenerlas alguna vez. Estoy en un calabozo en el que no puede entrar ninguna luz: está oscuro, oscuro, oscuro, y viene todavía una mayor oscuridad. Mientras usted está tratando de consolarme, yo hago el consuelo a un lado." Yo te conozco. Tú eres como la pobre criatura descrita en el Salmo, de quien leemos: "Su alma abominó todo alimento." No puede gozarse ni siquiera en el propio Evangelio. Sí, yo te conozco; tú estás escribiendo cosas amargas contra ti mismo: este día estás mojando nuevamente tu pluma en hiel; pero tu escritura es la de una pobre criatura perpleja; no se le puede prestar atención. Yo veo en tu escritura, en caracteres de letra gruesa, grandes palabras negras de condenación; pero no hay nada en ellas. En verdad, en verdad te digo, que tus letras manuscritas serán borradas, y la maldición sin causa no vendrá.

Así dice el Señor: "Y será anulado vuestro pacto con la muerte, y vuestro convenio con el Seol no será firme; pues el Señor Jesucristo te ha redimido, y cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia." Quebrantado en pedazos todos desparramados, molido en medio de piedras de molino, reducido a nada, sin embargo, debes creer en esta revelación de Dios, que cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia." Observa que "sobreabundó"; "sobreabundó."

Si puedes entender esa revelación, y reconocerla con toda certeza como el gran principio sobre el cual Dios actúa, que la gracia dominará al pecado, entonces hay esperanzas acerca de ti; es más, más que esperanzas, hay salvación para ti al instante. Si tú crees en Jesús, a Quien Dios ha establecido para que sea una propiciación por el pecado, entonces estás perdonado."
Spurgeon, 4 de marzo 1888


Gracia! Su Gracia sobreabunda para mí, puedo estar tranquila, me haz convencido...me venciste Señor. Alabado seas!

Humanidad, doblégate a lo eterno, al Cordero redentor. Quita tus coronas y arrójalas delante de la Vida, El Camino, La Verdad!
Vencida estás por las manos clavadas en el madero judío donde mi maldad fue consumida y olvidada ,ya no hay memoria.
Porque sobreabundó la Gracia en la agonía del Justo que me llamaba.
Sobreabundó, sobreabunda y sobreabundará la Gracia. Aleluya!
magdha_pensamientos





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