miércoles, 3 de marzo de 2010

Oración Nocturna

Cúbreme en tus fuertes brazos.
Aplaca y acaba con mis dudas.
Dscúbreme en tu mirada
convenciéndome de mi necedad no olvidada.
Me has vencido tantas veces
¿por qué no hacerlo ahora?
Ahogo mi llanto en tu pecho,
abandonando el fingimiento,
buscando el descanso en tu fuerte y eterno abrazo.
Llévame así en tu viaje a lo profundo,
libertándome de mis viciados y malos pensamientos.
Ansío tu fuerza.
Búscote, entonces, en medio de mi banal existencia.
¡Me has vencido tantas veces!
Te ansío.
Te llamo.
Preciso...
Eres el único camino que salva en medio de mis recorridos tormentos.
La roca firme y única que me levanta.
Vénceme esta vez.
Vénceme, que mi alma cansada desfallece,
se muere,
se pierde.
Vénceme entonces, Luz, Esperanza.

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