Las palabras resuenan en una canción de fondo. La armonía de esas notas refrescantes me hacen pensar en ti.
Anoche una canción de navidad,perdida en la programación nocturna, me hizo sentir y respirar a esa adolescente que daba vueltas por la casa en búsqueda de cualquier cosa para encontrarte a Ti.
Es extraño, anoche confesé por primera vez que a ratos tu rostro se disipa de mi memoria. Pero tu calor, ese que me acogía cuando había caos, no. Pensé en tus manos grandes, blanca y pecosas. Pensé en la tarde, en esa que olía a tierra mojada. En el aroma a tomate con cilandro. En esa bebida chispeante que extrañamente combinabas con tu mate.
Pensé en tantas cosas. Me senté en ese sillón elegante de la casa de tu primogénita, mi hermanamadre...Te pensé, te respiré, te senti. Fue sólo un momento.
No sé cuántas veces he escrito sobre estos flash back, pero sólo sé que jamás te irás de aquí. Te llevo clavada en mi corazón.
Estoy grande. Soy una mujer. Extrañamente la niña se niega a morir, pero parece que la mujer cada día gana más terreno en lo que soy.
Estoy aquí, pensándote, mirándote, pero de una manera especial. Añorar tus brazos es cosa que no puedo evitar. Miro dentro de mí y huelo tus manos, tu calor.
Soy una mujer...Qué extraño y duro suena decirlo. Estoy aquí, mirándote, pensándote.
Sé que estás donde siempre quisiste estar...Donde yo también que ir.
Quiero que sepas que Dios ha sido fiel en tu ausencia. Han habido crisis, he salido corriendo y creyendo que este es el final, pero Él ha estado ahí. Su amor es incontenible por mi natura caída. Su calor me recuerda esos abrazos tuyos,esos que me mejoraban y disipaban hasta los momentos más tenebros. No ha habido tiempo para la desesperanza. Tu fe me ha sostenido: Tú creíste primero, nosotras después.
Te extraño tanto...tanto...me haces falta...Te necesito, pero sé que no te puedo alcanzar ahora.
Me gustaría escucharte cantar. Me gustaría sentir esa carcajada contagiosa. Me gustaría un abrazo más. Por eso te busco aquí dentro, por eso te sueño y me proyecto. No estoy desesperanzada. Sé en quien he creido, y en quien tú creiste.
Amiga, hermana, madre, te amo porque el amor no deja de ser. Estoy prosiguiendo.La carrera no es fácil ahora, pero Él va conmigo.